El masaje con final feliz tiene el origen en la cultura oriental, donde se considera que tanto el cuerpo como el alma están unidos, y deben estar en sincronía para encontrar la perfección. Un masaje con final feliz es una terapia que estimula todos los sentidos, que hace que la persona que lo reciba sienta tal placer y satisfacción que incluso pueda terminar con un orgasmo. A través del placer que se produce físicamente a través del masaje, se puede lograr la felicidad emocional, y por tanto, la total satisfacción espiritual.
Masaje con final feliz en Barcelona
Este tipo de masaje erótico es muy relajante y tiene el objetivo de excitar sexualmente a la persona, siempre teniendo en cuenta que nunca se puede tocar a la masajista erótica que lo practica, por lo que lo único que tenemos que hacer es ponernos a la disposición de sus manos o la parte de su cuerpo con la que queramos que nos lo dé y disfrutar del mismo.
Un masaje con final feliz es independiente del sexo, por lo que puede ser recibido tanto como por un hombre, como por una mujer. En este caso, nos encontramos también ante masajes bastante bien diferenciados, como no puede ser de otra forma, debido a las diferencias que existen entre los sexos, por lo que hay una forma diferente de realizarlo y en donde se busca el placer en diferentes zonas específicas. Estos masajes son conocidos como masaje lingam y como masaje yoni, tanto para hombres como para mujeres respectivamente.
Masaje lingam
El masaje lingam es el masaje con happy ending que puede recibir un hombre. En este caso, para realizarlo, la posición en el masaje, el hombre tiene que estar recostado sobre su espalda, sirviéndose de almohadones que le levanten tanto el torso como la cabeza, con las piernas cómodamente separadas y las rodillas algo dobladas, de forma que sus genitales queden completamente expuestos a la masajista madura o la que vaya a realizar el masaje para que el trabajo sea de lo más efectivo.
Para la realización del masaje, la masajista utilizará lubricante sexual que esparcirá tanto por el lingam además de los testículos y empezará a acariciar ambas zonas con delicadeza, buscando el placer de la persona. El masaje irá aumentando la intensidad y la velocidad con el paso del tiempo, siempre el hombre adoptando una postura pasiva, hasta culminar el mismo con el orgasmo.
Masaje yoni
Al igual que sucede con el masaje lingam, la mujer también tiene un masaje específico en donde evidentemente en este caso, se trata de masajear sus labios inferiores. En este caso, el funcionamiento es parecido y la atención del propio masaje yoni se centra finalmente en el clítoris, el órgano más sensible de la mujer.
Aprovechando el lubricante sexual y tendida la mujer hacia arriba, se trabajará desde los senos, cubriéndolos de lubricante y centrándose en los pezones, hasta ir bajando hacia la zona inferior en donde finalmente se centra en el clítoris, tratando de conseguir la estimulación necesaria hasta llegar al orgasmo final.
La relajación manual, llevada a su máximo esplendor
Tanto el masaje lingam como el masaje yoni se pueden encontrar en un centro de masajes especializado, suelen ser realizados por una masajista tántrica ya que como buen masaje asiático que son, se engloban dentro del masaje con tantra.
La técnica de estos masajes se fundamenta en buscar bajo pequeños puntos de presión, zonas del cuerpo erógenas cuya estimulación produce placer. De esta forma, se acarician estas zonas sensibles tanto como el clítoris y los testículos, buscando esa suave estimulación, siempre alejado de un punto de vista sexual, por lo que no existe en ningún momento ninguna penetración. Todo funciona a base de estimulaciones y el cometido es relajar a la persona a base de masajear estas zonas erógenas.
De esta forma, el masaje no tiene que acabar necesariamente en un orgasmo, por lo que es perfectamente posible el recibir uno de estos masajes anteriores y no terminar con el mismo, de ahí que se tenga que introducir la terminación de final feliz, para saber lo que se puede esperar del propio masaje al finalizar el mismo, así como el culmen que se está buscando.
En definitiva, lo importante es saber diferenciar este tipo de masajes del sexo y que aunque el resultado pueda llegar a ser el mismo, sobre todo si acaban en orgasmo, tener en cuenta que el procedimiento y la estimulación para conseguirlo, realmente no tiene nada que ver el uno con el otro.