masaje lingam barcelona
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Masaje Lingam en Barcelona

Al igual que ocurre con el masaje Yoni para mujeres, este es un masaje tranta para hombresun tipo de masaje erótico que se focaliza sobre el aparato sexual masculino, pero que tendrá repercusiones directas sobre las relaciones sexuales y, por lo tanto, logrará mejores orgasmos tántricos y el control de la eyaculación. Y es que con el masaje Lingam se aprende a controlar la eyaculación, entre otros muchos beneficios.

Masaje Lingam: Adoración a lo Masculino

Y es que no estamos hablando de un masaje sexual cualquiera, estamos tratando sobre una base tántrica, que busca sobre todo lo espiritual, que entiende el sexo como algo que va más allá de lo puramente carnal o físico.

Al igual que en sánscrito Yoni significa o se refiere al templo sagrado que es la vagina, Lingam hace referencia a la varita mágica que representa el pene y que ilumina al tiempo que es abrazado por el Yoni. Su misión es la expansión de la conciencia a través de la canalización de la energía sexual. El masaje Lingam no tiene como fin último el conseguir un orgasmo, sino estimular la energía que posee esa zona erógena y alcanzar la plenitud, con la unión entre cuerpo, mente y espíritu.

Beneficios del Masaje Lingam

Como hemos citado, con este tipo de masajes se consigue controlar eficazmente la eyaculación, puesto que permite la concentración en las sensaciones que se viven antes del orgasmo y se aprende a diferenciarlas. Con este masaje, la masajista madura en Barcelona alarga el momento del orgasmo gracias a las paradas sucesivas, con lo que el hombre deja atrás el terrible hábito de eyacular demasiado rápido, al mismo tiempo que consigue mantener por más tiempo niveles elevados de placer.

Por otra parte, al igual que con cualquier otro masaje, se logra disminuir el estrés que se vive en estos tiempos como norma habitual, alcanzando unos niveles notables de relajación. Esto tiene unos beneficios para la salud como por ejemplo el aumento en la producción de endorfinas, las conocidas como hormonas de la felicidad.

Otro beneficio más es que nos ayuda a descubrir, distinguir y disfrutar más intensamente distintas zonas erógenas de nuestro propio cuerpo, puesto que el masaje estimula todos los rincones de nuestra piel, despertando sensaciones placenteras que desconocíamos, adquiriendo un mayor conocimiento sobre nuestro propio cuerpo y sus posibilidades.

Damos por sentado que el masaje Lingam reactivará el deseo erótico, que en demasiadas ocasiones se encuentra apagado y al que no le damos la importancia que tiene para una vida plena y feliz.

Cómo hacer un masaje Lingam

Se empieza este masaje con un ligero masaje por todo el cuerpo, evitando, en un principio, la zona del Lingam. Incluso se puede combinar con un masaje nuru que consiste en moverse cuerpo a cuerpo de forma sensual, lo que hace que el masaje erótico aumente su carga sensual.

Cuando esté completamente relajado, se vierte una pequeña cantidad de aceite sobre el Lingam y sobre los testículos, masajeando entonces muy suavemente sus testículos.

Se continúa masajeando suavemente la zona del hueso púbico que se encuentra encima del Lingam, y después otra vez el área entre los testículos y también el ano y la zona intermedia o perineo.

Se pellizcará suavemente la base del lingam con la mano derecha y se ascenderá por el tronco. A continuación, se retira la mano y se repite con la mano izquierda. Repite este movimiento varias veces, antes coger el Lingam por su parte superior, para deslizar hacia abajo su eje, repetiremos este proceso con la mano izquierda.

Debemos ser cuidadosos porque la cabeza del Lingam es muy sensible y debe ser tratada con especial atención, masajeándola con movimientos circulares y tratando de mantener al hombre cerca del orgasmo, pero no llevarlo hasta el final, lo que le ayudará notablemente a controlar su eyaculación posteriormente en los encuentros sexuales y, por lo tanto, conseguir más y mejores orgasmos.

Siempre con su permiso y sin dejar de masajear su Lingam, podemos enfocarnos en localizar su lugar sagrado, que se encuentra entre los testículos y el ano. No es otra cosa que un diminuto orificio donde podremos masajear e ir aumentando la presión de forma muy leve. Aunque se sienta incómodo en un principio, en el futuro le ayudará a controlar sus orgasmos, si comprobamos que va a eyacular, podemos presionar en este punto, lo que hará que aumente considerablemente la intensidad del orgasmo que está viviendo.

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